En el panorama empresarial actual, las necesidades de los clientes privados y los institucionales ya no son tan distintas como antes, especialmente en lo que respecta a las estructuras corporativas. Tradicionalmente, el sector fiduciario adoptaba enfoques separados para cada categoría de cliente, basándose en la percepción de que sus requisitos eran muy diferentes. Sin embargo, las presiones regulatorias modernas, como el aumento de la transparencia, la gobernanza corporativa y la rendición de cuentas, han llevado a una notable convergencia entre estos dos grupos. Comprender esta convergencia es esencial para las empresas e inversores que buscan estructuras corporativas eficientes en el contexto global actual.
¿Qué pueden ofrecer las estructuras corporativas a los clientes privados?
Los clientes privados suelen tener carteras diversificadas que pueden incluir inversiones, bienes raíces, empresas operativas, yates, arte y otros bienes de lujo. El rol de un proveedor de servicios corporativos es, a menudo, multifacético, e incluye la gestión diaria, la interacción con los miembros de la familia y el asesoramiento proactivo sobre procedimientos operativos y cambios estructurales. La gobernanza es fundamental para los clientes privados, especialmente cuando los miembros de la familia desean participar como miembros de la junta directiva, subrayando la importancia de procesos de toma de decisiones efectivos y de una buena gobernanza corporativa.
Los clientes privados están adoptando cada vez más estructuras corporativas sofisticadas para satisfacer sus necesidades en evolución. Aunque los trusts y fundaciones siguen siendo comunes, las estructuras alternativas, como las Private Trust Companies (PTCs), General Partnerships (GPs), Limited Partnerships (LPs), Protected Cell Companies (PCCs) y Private Investment Funds (PIFs), están ganando popularidad. Estas estructuras ofrecen una mayor flexibilidad, permitiendo a los clientes mantener el control al tiempo que cumplen con las normas de gobernanza.
Clientes Institucionales: Requisitos Específicos y Tendencias Modernas
Los clientes institucionales, por otro lado, a menudo tienen requisitos más estructurados debido a su tamaño, su entorno regulatorio y sus asesores establecidos. Su enfoque suele incluir garantizar el cumplimiento riguroso de las normas de reporte, la conformidad corporativa y el mantenimiento de prácticas de gobernanza consistentes en varias jurisdicciones. Estos clientes pueden necesitar servicios especializados, como servicios de escrow, titularización y planes de beneficios para empleados, además de servicios corporativos estándar como cumplimiento fiscal, contabilidad y otros.
Para atender a los clientes institucionales, es fundamental asegurar que sus entidades corporativas cumplan tanto con las obligaciones regulatorias como con las legales, especialmente en actividades transfronterizas. Esto requiere un alto nivel de precisión en la administración corporativa y en la gobernanza, y a menudo exige la participación de auditores externos y el cumplimiento de normas de reporte grupal.
¿Realmente son tan diferentes los Clientes Privados e Institucionales?
La convergencia de necesidades entre los clientes privados e institucionales se ha vuelto cada vez más evidente. Aunque sus activos y objetivos específicos puedan diferir, los servicios subyacentes necesarios son, en gran medida, los mismos. Ambos grupos necesitan una sólida gobernanza corporativa, cumplimiento fiscal y apoyo administrativo para asegurar que sus estructuras cumplan con las normativas globales en constante evolución.
Para ambos tipos de clientes, las relaciones sólidas con los proveedores de servicios son cruciales. Ya sea para un cliente privado que abre una cuenta bancaria para un family office o para un cliente institucional que gestiona transacciones transfronterizas, la capacidad de confiar en redes corporativas bien establecidas puede marcar una diferencia significativa en la optimización de las operaciones y el cumplimiento de las normativas.
La Importancia de los Convenios para Evitar la Doble Imposición
El uso de Convenios para Evitar la Doble Imposición es otro aspecto en el que los clientes privados e institucionales convergen. Portugal, por ejemplo, se ha posicionado como un centro estratégico de negocios en Europa gracias a su amplia red de acuerdos con más de 80 países. Estos acuerdos reducen o eliminan el riesgo de doble imposición, convirtiendo a Portugal en un destino atractivo para los negocios internacionales.
Los principales beneficios de los acuerdos de Portugal incluyen:
- Reducción de las tasas de retención en origen sobre dividendos, intereses y regalías.
- Clarificación de los derechos de imposición sobre los ingresos transfronterizos.
- Directrices claras sobre el establecimiento permanente (EP) y la tributación de los beneficios empresariales.
Para los clientes privados con carteras diversificadas y los clientes institucionales que gestionan operaciones multinacionales, estos acuerdos son esenciales para optimizar las estrategias de planificación fiscal, reducir costes y asegurar el cumplimiento en diversas jurisdicciones.
Lo que los Clientes Privados e Institucionales están Aprendiendo unos de Otros
Cada vez es más evidente el intercambio de buenas prácticas entre los clientes privados e institucionales. Los clientes privados están adoptando estructuras corporativas más comúnmente asociadas a entidades institucionales, como las PTCs y PIFs, que ofrecen mayor flexibilidad y transparencia. Por otro lado, los clientes institucionales están reconociendo el valor de las relaciones a largo plazo, basadas en la confianza, con los proveedores de servicios, una característica distintiva de las relaciones entre clientes privados y proveedores de servicios.
Esta convergencia está redefiniendo la forma en que se prestan los servicios fiduciarios, beneficiando a ambos grupos de clientes a través del intercambio de conocimientos y experiencia. Al adoptar las mejores prácticas de cada uno, tanto los clientes privados como los institucionales pueden navegar mejor las complejidades del entorno regulatorio actual.
Las distinciones entre clientes privados e institucionales, en cuanto a las necesidades de estructuras corporativas, son cada vez menos marcadas. Ambos grupos enfrentan desafíos similares, particularmente en lo que respecta al cumplimiento regulatorio, la gobernanza corporativa y la necesidad de una planificación fiscal eficiente mediante el uso de Convenios para Evitar la Doble Imposición. A medida que estas presiones continúan aumentando, el sector fiduciario debe adaptarse para proporcionar una solución unificada que satisfaga las necesidades de ambos grupos.
Al aprovechar las necesidades compartidas, las empresas pueden asegurarse de que están bien posicionadas para navegar el complejo panorama global, beneficiándose de estructuras corporativas eficientes y de un completo apoyo administrativo.
Si considera que su empresa o su cartera de negocios puede beneficiarse de la implementación de estructuras corporativas que respondan a las exigencias de gobernanza y optimización fiscal, estamos aquí para ayudarle. Contáctenos y descubra cómo nuestras soluciones pueden simplificar el cumplimiento regulatorio.