A partir de septiembre, la Agencia de Integración, Migración y Asilo (AIMA) abrirá centros de atención especializados en varias ciudades de Portugal, con el objetivo de resolver el retraso de unos 400.000 inmigrantes.
Esta iniciativa responde al creciente volumen de casos acumulados, especialmente tras la extinción del Servicio de Extranjería y Fronteras (SEF).
El mayor de los centros estará en Lisboa, donde se concentrará el mayor número de casos. El objetivo de la apertura de estos centros es garantizar un servicio más rápido, facilitando la regularización de los inmigrantes que esperan respuestas de los servicios públicos.
Para apoyar esta nueva infraestructura, el Gobierno tiene previsto aumentar el equipo de AIMA, previendo la contratación de unos 300 nuevos profesionales para junio de 2025. Esta medida es esencial para garantizar la eficiencia de los servicios prestados y atender la elevada demanda de casos pendientes.
Este esfuerzo forma parte de una estrategia gubernamental más amplia para reestructurar la gestión de la inmigración en Portugal, promoviendo una integración más eficaz y humanizada de los inmigrantes en el país.
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