El divorcio es un tema delicado y complejo que afecta a muchas familias. En Portugal, el divorcio está legalmente reconocido y regulado desde 1910, por el Decreto de 3 de noviembre. Este guía completo ofrece una visión detallada sobre las modalidades de divorcio existentes, los derechos y obligaciones de los cónyuges, y los procedimientos legales a seguir.
Ya sea que esté buscando información sobre el divorcio por mutuo acuerdo o sin el consentimiento de uno de los cónyuges, este artículo le ayudará a comprender todos los pasos necesarios, las implicaciones legales y la competencia de los tribunales portugueses, especialmente para ciudadanos extranjeros.
Descubra todo lo que necesita saber para navegar por el proceso con confianza y conocimiento.
¿En qué consiste el divorcio?
El divorcio es un proceso que pone fin al matrimonio, terminando con los deberes jurídicos de los cónyuges y las relaciones personales y patrimoniales entre ellos.
¿Qué modalidades de divorcio existen?
La ley reconoce dos modalidades de divorcio: con o sin el consentimiento del otro cónyuge.
1. Divorcio por mutuo consentimiento
- Puede ser iniciado en la conservatoria del registro civil en cualquier momento.
- Requiere una solicitud firmada por los cónyuges o sus representantes legales, acompañada de:
- Una lista detallada de los bienes comunes y sus respectivos valores.
- Un acuerdo sobre la división de los bienes, o la solicitud de elaboración del mismo, en caso de que los cónyuges deseen proceder inmediatamente a la división de dichos bienes.
- Un acuerdo sobre las responsabilidades parentales (si hay hijos menores) o una copia del fallo judicial que las regula, si ya existe.
- Un acuerdo sobre la prestación de alimentos al cónyuge que los necesite.
- Un acuerdo sobre el destino de la vivienda familiar.
- Una copia certificada del acta de la convención prenupcial, si existe.
- Un acuerdo sobre el destino de las mascotas, si corresponde.
Una vez recibidas las solicitudes, los cónyuges son convocados a una conferencia en la cual se verifica el cumplimiento de los requisitos legales y se examina tanto la relación de los bienes comunes y, si corresponde, el acuerdo sobre su división, como el acuerdo sobre la prestación de alimentos al cónyuge que los necesite y el acuerdo sobre el destino de la vivienda familiar.
Si estos acuerdos no protegen los intereses de alguno de los cónyuges o de los hijos, el oficial del registro civil les invita a modificarlos. En caso de ser necesario, puede ordenar la realización de ciertos actos y la presentación de pruebas. Luego, decreta el divorcio, el cual posteriormente se registra.
Si hay hijos menores del matrimonio, el acuerdo sobre el ejercicio de la responsabilidad parental se remite al Ministerio Público del tribunal competente en el área territorial de la conservatoria, el cual emite un dictamen en un plazo de 30 días.
Si el Ministerio Público considera que los intereses superiores de los hijos no están adecuadamente protegidos con los términos acordados por los padres, estos pueden modificar el acuerdo o presentar uno nuevo (en cuyo caso el proceso deberá ser nuevamente revisado por el Ministerio Público).
Si el Ministerio Público considera que el acuerdo protege los intereses de los hijos, o si los cónyuges han modificado el acuerdo después de la revisión del Ministerio Público, se decreta el divorcio y se procede con su registro.
Si los solicitantes del divorcio no están de acuerdo con las modificaciones propuestas por el Ministerio Público y mantienen su interés en el divorcio, la conservatoria remitirá el caso al tribunal judicial territorialmente competente, ante el cual se llevará a cabo el proceso.
2. Divorcio sin el consentimiento de uno de los cónyuges
- Se basa en cualquiera de los siguientes fundamentos:
-
- Separación de hecho por un año consecutivo;
- Alteración de las facultades mentales del otro cónyuge, cuando dure más de un año y, por su gravedad, comprometa la posibilidad de vida en común;
- Ausencia, sin noticias del ausente, por un período no inferior a un año;
- Cualquier otro hecho que, independientemente de la culpa de los cónyuges, demuestre la ruptura definitiva del matrimonio.
En el proceso de divorcio sin el consentimiento de uno de los cónyuges, se intenta una conciliación. En caso de que la conciliación no sea posible, el juez intentará convertir el proceso en un divorcio por mutuo acuerdo, si hay acuerdo entre ambos cónyuges respecto al ejercicio de la responsabilidad parental de los hijos menores, la prestación de alimentos al cónyuge que los necesite y el destino de la vivienda familiar.
También se deberá adjuntar la relación detallada de los bienes comunes, en caso de existir, con indicación de sus valores.
Los cónyuges pueden llegar a un acuerdo en cualquier momento del proceso para convertir el divorcio en un divorcio por mutuo consentimiento.
Si no se logra la conversión del divorcio en mutuo consentimiento, el proceso sigue los trámites para la producción de pruebas en juicio, teniendo como objeto el(los) fundamento(s) invocado(s).
¿Puedo quedarme en la misma casa después del divorcio?
Sí, en algunos casos.
La ley reconoce que uno de los cónyuges puede necesitar especialmente la vivienda, por lo que se permite que cualquiera de ellos pida al tribunal que le otorgue en alquiler la vivienda familiar, incluso si esta es propiedad del otro cónyuge, quedando el contrato de arrendamiento sujeto a las reglas normales del arrendamiento para vivienda.
Sin embargo, el tribunal puede definir las condiciones contractuales en cuestión. El régimen establecido en el caso puede ser revisado y modificado en cualquier momento si circunstancias posteriores lo determinan.
¿En qué casos son competentes internacionalmente los tribunales portugueses?
Esta pregunta es frecuente entre ciudadanos extranjeros que, no siendo de nacionalidad portuguesa, residen más o menos tiempo en Portugal, incluso si el matrimonio se celebró en el extranjero.
La ley portuguesa establece que el tribunal competente territorialmente para conocer de la solicitud de divorcio, en los casos en que este deba llevarse a cabo en los tribunales, es el del domicilio del demandante. Sin embargo, la cuestión que surge es si los tribunales portugueses son competentes internacionalmente para juzgar el proceso de divorcio en casos similares.
Según lo dispuesto en el artículo 3 del Reglamento (UE) 2019/1111 del Consejo, de 25 de junio de 2019, relativo a la competencia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones en materia matrimonial y en materia de responsabilidad parental y al secuestro internacional de niños, son competentes para decidir sobre cuestiones relacionadas con el divorcio, separación o anulación del matrimonio, los tribunales del Estado miembro:
- a) En cuyo territorio se encuentre:
- la residencia habitual de los cónyuges,
- la última residencia habitual de los cónyuges, en la medida en que uno de ellos aún resida allí,
- la residencia habitual del demandado,
- en caso de solicitud conjunta, la residencia habitual de cualquiera de los cónyuges,
- la residencia habitual del demandante, si ha residido allí durante al menos un año inmediatamente antes de la fecha de la solicitud, o
- la residencia habitual del demandante, si ha residido allí durante al menos seis meses inmediatamente antes de la solicitud y es nacional del Estado miembro en cuestión; o
- De la nacionalidad de ambos cónyuges.
En resumen, el cumplimiento de cualquiera de los elementos de conexión anteriores es suficiente para que los tribunales portugueses sean competentes (internacionalmente) para ese proceso de divorcio.
Siendo los tribunales portugueses competentes a nivel internacional, ¿significa esto que se aplicará la ley portuguesa?
No necesariamente.
Esto se debe a que los cónyuges pueden acordar designar la ley aplicable al divorcio, dentro de ciertos límites, de acuerdo con el Reglamento (UE) 1259/2010 del Consejo, de 20 de diciembre de 2010, que establece una cooperación reforzada en el ámbito de la ley aplicable en materia de divorcio y separación judicial.
Este acuerdo puede celebrarse y modificarse en cualquier momento hasta la fecha de presentación del proceso ante el tribunal.
En ausencia de elección de la ley aplicable, el divorcio será regulado por la ley del Estado:
- Del domicilio habitual de los cónyuges en la fecha de presentación del proceso ante el tribunal; o, en su defecto,
- De la última residencia habitual de los cónyuges, siempre que el período de residencia no haya terminado hace más de un año antes de la presentación del proceso ante el tribunal, en la medida en que uno de los cónyuges aún resida en ese Estado en el momento de la presentación del proceso ante el tribunal; o, en su defecto,
- De la nacionalidad de ambos cónyuges en la fecha de presentación del proceso ante el tribunal; o, en su defecto,
- Del Estado en el que se encuentra el tribunal donde se inició el proceso.
Comprender las modalidades, derechos y procedimientos del divorcio en Portugal es esencial para garantizar un proceso justo y claro. Si necesita asistencia legal especializada en cualquier etapa del proceso de divorcio, nuestro equipo está a su disposición para ayudar. Para obtener más información, contáctenos.